Diario Calchaquí, desde el Congreso de La Nación
Tras la jura de los 130 diputados electos, el riojano fue puesto contra las cuerdas por los jefes de bloque. Durante su discurso, que pronunció ante un público «noventoso», el libertario se comprometió a reducir los gastos de la Cámara que presidirá. «No hay plata», fundamentó. Durante la sesión, quedó en evidencia un pacto «PRO-K».
Martín Menem debutó como presidente ante la nueva composición de la Cámara de Diputados. Tras la jura de los 130 diputados electos en octubre, el riojano -sin pasado parlamentario- debió afrontar su primer desafío como presidente de la Cámara, tras ser puesto contra las cuerdas por los jefes de bloque. Durante su discurso, que pronunció ante un público «noventoso», el libertario se comprometió a reducir los gastos de la Cámara que presidirá.
«No hay plata», fundamentó, valiéndose de las mismas palabras que usa el presidente electo, Javier Milei. La familia Menem dijo presente en el Congreso, así como también la hermana del líder de La Libertad Avanza, Karina.
Entre besos, sonrisas, saludos, presentaciones, abrazos y selfies, los diputados y diputadas electos aguardaban el arranque de la sesión que había sido convocada a las 12. Pero que se puso en marcha cuando el reloj estaba a punto de marcar las 14. Entre los primeros en llegar, se encontraban los integrantes de La Libertad Avanza.
La treintena de libertarios -todos ellos debutantes en el Congreso- se ubicó en el sector que, hasta la sesión previa, era del oficialismo. Casualmente, la que se ubica a la derecha de donde se sienta el presidente de la Cámara. Minutos después, los debutantes fueron reubicados en las bancas del centro; más de uno colgó de su banca una bandera argentina.
Durante la sesión especial, La Rioja estuvo presente. Y los 90′, también. Entre el público invitado, se asomó buena parte de la familia del expresidente Carlos Menem. Zulemita Menem, Eduardo Menem, Eduardo «Lule» Menem, fueron algunos de los representantes de la familia que, más de veinte años después, vuelve a estar en el centro de la escena. Tampoco faltó el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
En las bandejas laterales, repletas de invitados, también se sentaron la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel y Alfredo Olmedo (el dirigente salteño de la campera amarilla). En el palco central, se la vio a «El Jefe», la hermana y mano derecha del presidente electo, Javier Milei.
30.000 versus Libertad
El momento de la jura fue una síntesis de la grieta que atravesó la última campaña. «Viva el socialismo, carajo», se escuchó desde uno de los palcos. Fue al momento de la jura del diputado de Izquierda, Christian Castillo, quien juró, entre otras cosas, por los 30.000 desaparecidos. El bonaerense, fue aplaudido y silbado en partes iguales.
«Por la libertad de todos los pueblos y la paz de todos los pueblos», pronunció la libertaria y cosplayer Lilia Lemoine, a quien más de uno esperaba disfrazada, tal cual había prometido luego de ser electa diputada. «Por la eterna libertad de mi pueblo y la libertad de expresión«, fueron las palabras que usó, en igual sintonía, su compañera de bancada, la periodista Marcela Pagano.
«Vamos Juan», retumbó en el recinto cuando Juan Marino, diputado de Unión por la Patria, se acercó a jurar. Es que llevaba una remera roja con la frase «Nunca Más». Hubo abucheos cuando el referente de Unidad Piquetera formulaba su juramento, por los 30.000 desaparecidos en la última dictadura, y «por el pueblo de la Nación que va a sufrir la agresión de la motosierra». El discurso del bonaerense quedó tapado por los gritos (a favor y en contra).
Así como Marino, fueron varios los representantes de Unión por la Patria que juraron por la memoria de los 30.000 desaparecidos, cifra que viene siendo negada por referentes de La Libertad Avanza, entre ellos, Villarruel, que presenciaba la sesión.
La presencia del sobrino del expresidente Carlos Menem no pasó desapercibida en ningún momento. Fue aplaudido cuando ingresó al recinto, acompañado, entre otros, por Cristian Ritondo, quien hasta hace pocos días competía por la presidencia de la Cámara, que finalmente quedó en manos del riojano.
También hubo aplausos y ovación cuando juró como diputado. «Viva la libertad, carajo, viva», se escuchó desde los palcos en ese momento. El mismo escenario se repitió cuando finalmente fue votado presidente por sus pares, salvo la Izquierda que, fiel a su tradición, se abstuvo.
Idas y vueltas
Los lilitos se pusieron la sesión al hombro. Es que iban casi dos horas de demora y fue el jefe del bloque Coalición Cívica, Juan Manuel López, quien le pidió a sus pares que se sentaran y loguearan para poner en marcha, finalmente, la jornada.
Unión por la Patria fue la última bancada en ingresar al recinto. De hecho, algunos de los legisladores que ya se encontraban en sus bancas a la espera del arranque de la sesión abandonaron el recinto. ¿Los motivos? Estaban ultimando los detalles de la sesión y algunos criterios vinculados a la conformación de las comisiones así como también los nombres que se propondrían para las vicepresidencias.
Por la ausencia de UxP, que reingresó al recinto cuando la sesión ya había iniciado, el arranque quedó en manos del «lilito» Atilio Benedetti. Por tradición, la sesión preparatoria la preside el diputado de mayor edad del cuerpo. Luego fue reemplazado por el porteño Carlos Heller.
Pasados los juramentos, fue el debut de Martín Menem. Pese a que, por tradición, los diputados no leen en el recinto, el riojano lo hizo. «Acompañé a Milei desde el principio porque creo firmemente en el supremo valor de la libertad, esa misma que está tres veces en nuestro Himno Nacional y reza en nuestro Preámbulo», dijo Menem al pronunciar su discurso.
«La Argentina vive momentos difíciles, con una inflación de 150 puntos, pobreza con 44 por ciento y estancamiento económico. Tenemos que trabajar para superarla y sancionar las leyes para introducir las reformas que se necesitan. Es necesario además desmontar las estructuras que no aportan nada al funcionamiento de la Cámara y son solamente un gasto. Como ya dijo el presidente electo no hay plata. Hay que abrir el diálogo constructivo para superar todos los graves problemas que sufre nuestra Nación», aseveró.
El primer desafío de Menem
Luego de pronunciar su discurso, el riojano debió afrontar su primer desafío. Y allí quedó en evidencia que el libertario había llegado a un acuerdo con el PRO y Unión por la Patria, a espaldas del resto de los bloques representados en la Cámara baja.
Fue al momento de definir los criterios a partir de los cuales conformar las comisiones. Mientras los amarillos y UxP se inclinaban por contemplar la figura de «bloque» al momento de repartir (a través del sistema D’Hondt), la UCR, Coalición Cívica y Cambio Federal bregaban por contemplar a los interbloques o grupos de bloque.
Hubo varias idas y venidas, entre las que los jefes de bloque pusieron contra las cuerdas a Menem. «No es un buen comienzo suyo si no ordena esta situación», le alertó el jefe de la bancada Unión por la Patria, Germán Martínez, a Menem, cuando la discusión parecía insalvable.
El flamante presidente de la Cámara llamó a un cuarto intermedio, para luego retomar el debate y someter a votación el criterio final. El cuerpo se inclinó por elegir la figura de bloque que terminará beneficiando a UxP y PRO, que son las dos primeras minorías. Apenas terminó la sesión, más de un excambiemita se encargó de recalcar que «Milei lo hizo»: cerró la grieta.
Es que el criterio que se impuso para la conformación de las comisiones fue el que, finalmente, habían pactado los amarillos y el peronismo con Unión por la Patria.
Para fuentes parlamentarias, con esa votación, el principal perjudicado será nada menos que La Libertad Avanza. El criterio elegido favorece a las mayorías y perjudica a las minorías, como en este caso, La Libertad Avanza.