Diario Calchaquí desde Casa Rosada
Posse y Francos recibieron al bloque de Miguel Pichetto para avanzar con la negociación de la nueva ley ómnibus
Pichetto dijo tras la reunión que “dimos nuestra mirada para avanzar en el tratamiento cuando llegue a comisión en Diputados. Planteamos nuestra posición respecto del tema previsional que hay mucha demanda ahí y del tema Impuesto a las Ganancias”.
Resumió al encuentro como “muy positivo” y aclaró que sobre la reforma en el método de cálculo de las jubilaciones “tenemos una propuesta que es la de la Coalición Cívica. El gobierno tiene claramente expresada su propuesta en lo que fue la Ley Ómnibus. La diferencia está entre los 10 y 20 puntos del primer trimestre y desde cuándo sería el ajuste por el ingreso. Nosotros planteamos desde febrero, el gobierno plantea desde abril. Son los temas que me parece que hay que acercar y acomodar para tratar de hacer algo razonable para un sector que ha sido duramente castigado en términos del proceso de inflación y también de licuación de la fórmula. (Alberto) Fernández, que no se hagan los tontos, porque el gobierno anterior cambió la fórmula, porque el gobierno anterior cambió la fórmula, la suprimió por un año, y puso una fórmula que no tenía el ítem inflación. Es una fórmula híbrida que no tenía la inflación en un país inflacionario”.
En la previa del encuentro en el que también intervinieron el vicejefe de Gabineta, José Rolandi, el secretario de Interior, Lisandro Catalán, y el asesor presidencial Santiago Caputo, Pichetto había anticipado a este diario el domingo que “me parece necesario y conveniente que el Gobierno tenga la ley y que los gobernadores tengan previsibilidad fiscal, algo que está incluido en la propuesta”.
El Ejecutivo giró hace cuatro días un nuevo borrador de la Ley Ómnibus a los gobernadores de las 24 provinciasy a los bloques de la oposición dialoguista en el Congreso Nacional. Luego de un análisis detenido del texto, representantes del PRO y de la UCR se reunieron con el ministro Francos, para plantear dudas y algunas sugerencias.
El legislador recordó que en la frustrada discusión de la norma que terminó con la decisión del Ejecutivo de retirar el proyecto, él respaldó tanto el texto en general como los artículos que llegaron a discutirse en particular en el recinto. Y que ahora mantiene la misma actitud.
Pichetto, que integra un bloque de 23 diputados en el Parlamento, también se mostró dispuesto a postergar el debate del DNU 70/2023, que la semana pasada recibió un revés en el Senado y una nueva votación en contra en Diputados terminaría fulminando su vigencia. “Nos vamos a tomar tiempo, vamos a analizar todo con mucho detenimiento, primero hay que votar la ley bases, que es mucho más chica y razonable que la primera”, desarrolló.
El nuevo borrador -que tiene 269 artículos en lugar de los 664 originales- contempla modificaciones bastante profundas sobre los artículos que terminaron haciendo caer el proyecto hace poco más de un mes. Por ejemplo, el presidente Javier Milei decidió hacer una reducción drástica de la cantidad de Emergencias que busca declarar: solo serán en materia administrativa, económica, financiera y energética (originalmente eran una docena).
«El Modo Fontevecchia» que le quitó el sueño a Milei y Francos
Tras la reunión , voceros del oficialismo dejaron trascender al periodista acreditado de Diario Calchaquí que «Francos pidió unos minutos a solas con Pichetto» y que con la puerta abierta (exprofeso) del despacho de Francos, «el hombre de Estado, le puso la mano en el pecho al Ministro del Interior y dijo alzando la voz «no se en qué se inspiraron , no veo ese escenario». Fontevecchia planteó la posibilidad concreta de un cambio institucional, acefalía y asunción del experimentado político.
“Se habla de una conspiración por la cual vas a ser presidente, gracias a tu experiencia y a que generás consensos entre los distintos partidos” se habría escuchado en el Primer Piso de Casa Rosada. Inquieta tanto a Milei como a Macri que Pichetto sume su partido a la Confederación de Partidos Políticos en la cumbre del PJ del 22 de Marzo en la sede de calle Matheu.
La opinión de Jorge Fontevecchia
La sociedad hizo el diagnóstico correcto en las elecciones del año pasado: Argentina precisa muchos cambios. Pero quizás eligió el remedio incorrecto al hacer presidente a quien no cuenta con las herramientas para realizar esa transformación.
a sociedad hizo el diagnóstico correcto en las elecciones del año pasado: Argentina precisa muchos cambios. Quizás, eligió el remedio incorrecto al hacer presidente a quien no cuenta con las herramientas para realizar esa transformación. Lo importante y sustentable en el tiempo requiere la aprobación del Congreso y para lograr esos acuerdos, el Presidente no solo debe tener un caudal propio de legisladores, también tiene que tener la capacidad de seducir a parte de la oposición, mucho más en este siglo XXI de fragmentación de los partidos políticos, como resultado de la fragmentación también del sistema de comunicación. Pero quizás eligió al presidente correcto para hacerles un “service” rápido a la política y a la economía que destape a los hachazos los nudos que la estrangulan, para dejar paso a otro agente que pueda convertir en leyes los cambios que el país precisa. Uno que destruya y otro que construya.
Ya antes de las elecciones Carlos Melconian, quien hubiera sido el agente del cambio de haber ganado Juntos por el Cambio, llamaba a Milei “Rompehielos Almirante Irízar” como metáfora de aquel que rompe lo duro abriendo paso para la verdadera y definitiva armada. Y un mes antes de que Milei asumiera, el 10 de noviembre, titulé esta columna por Villarruel “Ella, ¿el plan de Macri?”, conjeturando sobre las cualidades de la vicepresidenta, que vale la pena releer ahora cuando Victoria Villarruel se convirtió en la protagonista de la agenda, ante el rechazo en el Senado del DNU y su conflicto con el Presidente y su círculo más estrecho, por haber permitido la sesión. Dos meses después de esa columna ilustrada con una foto de Victoria Villarruel con la banda presidencial, a comienzos de enero el diario Financial Times la entrevistó siguiendo la misma conjetura de su eventual presidencia, y un textual retuiteado por la vicepresidenta diciendo que estaba preparada para lo que fuese necesario enfrió aún más su relación con Javier Milei.
Esa conjetura asume la hipótesis de un Javier Milei que renuncia, abrumado por los rechazos de sus políticas por el Congreso, la Corte Suprema y “la calle” (manifestaciones en su contra, como las de 2001 contra De la Rúa/Cavallo).
Otra conjetura frente a los mismos hechos es la de una destitución por “mal desempeño de las funciones” en un juicio político, que requiere los votos de dos tercios de los diputados para que prospere y dos tercios de los senadores para que decida la destitución o no, siempre de los presentes y no del total del cuerpo. Un dato interesante es que en el caso de juicio político al Presidente, quien presidiría el Senado en esa sesión no sería la vicepresidenta Villarruel, sino el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
En un contexto así es probable que el o los enjuiciados renuncien antes de que se produzca una condena, como sucedió en 2003 con los jueces de la Corte Suprema nombrados por Menem: Julio Nazareno, Guillermo López, Adolfo Vázquez. Los otros dos miembros de aquella Corte: Eduardo Moliné O’Connor y Antonio Boggiano se sometieron al juicio político y fueron destituidos. El juicio político (artículo 60 de la Constitución) es solo para presidente, vicepresidente, jefe de Gabinete, ministros y jueces de la Corte Suprema. Dado que el “mal desempeño” es totalmente subjetivo en el caso de un presidente, un juicio político solo prosperaría frente a una situación que haga inviable un gobierno y en ese caso, es probable que el presidente o la fórmula presidencial renuncien como fue en el caso de De la Rúa y previamente su vicepresidente Chacho Álvarez.
Esta hipótesis continúa con la aplicación de la Ley de Acefalía, cuya última modificación fue casualmente en el año 2002 en medio de la última gran crisis de gobernabilidad. Simplificadamente en una Asamblea Legislativa los diputados y senadores por simple mayoría de los presentes eligen a quien ocupará la presidencia hasta terminar el mandato del renunciado o destituido. El elegido debe ser diputado, senador o gobernador de provincia.
El artículo 4 de la Ley de Acefalía expresamente aclara: “El tiempo transcurrido desde la asunción prevista en este artículo hasta la iniciación del período para el que hayan sido electos no será considerado a los efectos de la prohibición prevista en el último párrafo del artículo 90 de la Constitución Nacional”. O sea que quien fuera electo para “ejercer el Poder Ejecutivo” tendría la posibilidad de competir como candidato a presidente en 2027 y de resultar elegido, de poder competir para su reelección en 2031. Ese diputado, senador o gobernador de provincia si tuviera éxito tendría la posibilidad única de más de once años de mandato, lo que haría ese cargo muy codiciado por todas las fuerzas políticas que integran el Congreso.
El antídoto sería que esa persona no fuera un cincuentón como Milei, Massa o Kicillof, sino alguien con más de 70 años que permita a la generación de políticos prominentes actuales tener la posibilidad de competir para presidente en 2027 sin tenerlo de adversario.
Pero al mismo tiempo, tendría que tener la posibilidad de cruzar la grieta, tanto primero para ser electo, como luego para hacer aprobar las leyes que se precisan y serían la causa del fracaso de quien viene a sustituir. Tendría que ser votado tanto por Unión por la Patria como por el radicalismo, el PRO, la Coalición Cívica, el socialismo de Santa Fe y el peronismo de Córdoba, dejando afuera solo a La Libertad Avanza y eventualmente a los “bullrrichistas”.
Quien reúne todas esas condiciones es Miguel Ángel Pichetto, que este año cumplirá 74 años y presidió tanto el bloque justicialista de la Cámara de Senadores durante 17 años (2002-2019) atravesando cuatro presidencias: Duhalde, Kirchner, Fernández de Kirchner y Macri, como ahora en Diputados preside el bloque de Hacemos Coalición Federal, que agrupa al peronismo de Córdoba, el Socialismo de Santa Fe, a la Coalición Cívica y parte del PRO con los representantes de los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio y de Chubut, Ignacio Torres.
Pichetto durante las sesiones extraordinarias la primera quincena de enero emergió como un claro primus inter pares dando clases legislativas a muchos de sus nuevos pares. Pichetto fue candidato a vicepresidente en 2019 junto con Mauricio Macri e intentó ser candidato a presidente en 2023, siendo precandidato sin llegar a las PASO. Quizás, el destino golpee su puerta cuando menos lo imaginaba.
La sociedad pide cambios, pero también quien los pueda implementar. Veremos en los próximos meses si el Presidente y su vicepresidenta logran avanzar sólidamente con ellos.