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El Gobierno modificó el proyecto de ley ómnibus para que sea aprobado en el Congreso.
El Gobierno modificó este lunes el proyecto de ley ómnibus para que sea aprobado en el Congreso. El capítulo privatizaciones reviste novedades, y en este marco la letra oficial aclara que la empresa YPF no será privatizada.
En tanto, el nuevo texto oficial consignó que las empresas Nucleoeléctrica, Banco Nación y ARSAT estableció que el Estado solo pueda realizar una «privatización parcial, debiendo -el Estado- mantener el control de la empresa».
Además, se incorporó la participación de la Comisión Bicameral de Privatizaciones de la Ley N 23.696 para el seguimiento de los trámites respectivos. Por otra parte, se eliminó el articulo 9 y se amplió la redacción actual el artículo 35 de la Ley N° 24.804 con el fin de mantener el poder de veto en algunas decisiones de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima.
Finalmente, se eliminó el articulo 11 manteniendo la obligación del Estado detener una acción con derecho a veto para las decisiones que impliquen el cierre de la actividad
El oficialismo de la Cámara de Diputados buscará en las próximas horas avanzar en acuerdos con los bloques opositores dialoguistas sobre las reformas que se incorporarán al proyecto de ley «Bases», para posibilitar así la firma del dictamen el próximo martes y tratar de aprobar la iniciativa entre el jueves y el sábado, en una sesión maratónica que podría ser la más larga de la historia parlamentaria.
Las conversaciones son encabezadas por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, de La Libertad Avanza (LLA), quien cumple un rol central para articular los acuerdos con esos bloques para incorporar propuestas al dictamen de mayoría que se debatirá el martes en un plenario de las comisiones de Legislación General, de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto y Hacienda.
Tras la prórroga de las sesiones extraordinarias hasta el 15 de febrero, en estas horas se oficializará la convocatoria al plenario que tendrá que analizar los dictámenes de mayoría y de minoría, que luego se discutirán en el recinto en la extensa sesión que comenzará en la mañana del jueves y podría extenderse entre 48 y 72 horas, con lo cual se convertiría en el debate más largo de la historia del Congreso.