El gesto del Ministro de Economía hacia este sector de los votantes de (JxC) tiene una explicación en números: Massa sabe que necesita captar parte de los 2,6 millones de votantes de Larreta si quiere llegar al balotaje.
En el búnker de Sergio Massa se leen encuestas, se analizan focus group y se entrecruzan datos. Estiman que octubre será un mano a mano con Javier Milei. Creen que Patricia Bullrich entró en un declive irremontable. Esto ofrece un riesgo y una oportunidad.

El riesgo: el decaimiento de la candidata de Juntos por el Cambio se traduciría automáticamente en un corrimiento de electores hacia el libertario aumentando sus chances de ganar en primera vuelta. La oportunidad: los que votaron en la PASO cambiemita a Horacio Rodríguez Larreta no se trasladarían de la misma forma hacia Bullrich, generando una cantera para robustecer el caudal massista y empujar hacia un balotaje.
La fórmula de una poción de amor con la cual seducir a los votantes larretistas es la que se diseña por esta horas en los comandos de campaña del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria. Son alrededor de 2,7 millones los votos que consiguió el jefe de Gobierno porteño a lo largo y ancho de todo el país. Massa ya había ensayado un acercamiento discursivo cuando días después de las primarias invitó a los votantes larretistas -entre otros- a que lo acompañen.
Sergio Massa disputa la centralidad pese a la crisis de la economía y algunas de sus iniciativas descolocaron a la oposición. Su mayor logro es haber conseguido movilizar el trabajo territorial de gobernadores, intendentes, gremios y distintos referentes de UP.
Cerca de Massa también piensan en votantes radicales y aquellos que se ubican más lejos de Mauricio Macri, quien recién en los últimos días definió a Bullrich como «mi candidata» tras una danza de ambigüedades alrededor de Milei. En el radicalismo UP hay una movida emocional para atraer electores boinas blancas al redil de Massa. «Cualquier radical que quiera seguir defendiendo las ideas del partido, a los sectores populares se tiene que sentir más cerca de Sergio Massa, Axel Kicillof y Leandro Santoro», dijo Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido exPresidente Raúl Alfonsín, en un mensaje que envió por la inauguración el jueves de un ateneo conmemorativo del histórico líder de la UCR en la que fue protagonista el gobernador bonaerense. “Tenemos que habernos olvidado lo que enseñó Alfonsín para acompañar a Patricia Bullrich”, advirtió quien hoy es funcionario del Gobierno Nacional como embajador en Madrid.
Massa pretende aprovechar una supuesta falla de origen con la que Bullrich que emergió de las PASO: la incapacidad de retener los votos de su adversario en la interna, Larreta. Un estudio de la Facultad de Psicología de la UBA arroja que la candidata cambiemita conserva el 63% de los votos del alcalde porteño, mientras que 10% migra hacia Massa y otro 9% lo hace hacia Milei. Engrosar esa migración perforando ese núcleo larretista que aún permanece con Bullrich es el trabajo en el que están abocados en el búnker massista. Y si bien estiman que lo que pierda Bullrich de su base original (el 17% que obtuvo el 13/08) se fuga sin escalas hacia el libertario -la encuesta de la UBA corrobora que el 14% que se fuga lo hace hacia el libertario- también entienden que los casi 30 puntos que consiguió el líder de La libertad avanza tampoco es un bloque compacto incolumne.
Tal como consignó DIARIO CALCHAQUI , los entrecruzamientos que se analizan en el comando de Massa arrojan que alrededor de 1 millón de votos de Milei, un 14% de aquellos 7,3 millones obtenidos en agosto, pertenecen a un segmento blando que, interpretan en la calle Mitre, se corresponde con antiguos votantes del exFrente de Todos. En el massismo evalúan que el público de ese 14% no es uniforme, por lo que se requerirá una campaña «segmentada» atenta a diversos intereses y necesidades.
El operativo de recuperación de esos votos implicaría no confrontar directamente con Milei y explicar por qué el plan de gobierno libertario sería perjudicial para todos los sectores.
El tigrense dice que individualmente la exministra de Seguridad está a 4 millones de votos de diferencia de Javier Milei y unos 2 millones del oficialismo, por lo que entiende que de haber un mano a mano en noviembre será entre los libertarios y el oficialismo.
La estrategia del «voto doble»
Pero, puertas adentro del oficialismo hablan del “voto doble”. Este concepto se refiere a que Massa cree que en las semanas que restan para las generales podrá sumar a su intención de voto a parte del electorado que en agosto acompañó a Horacio Rodríguez Larreta y que está más cerca de sus ideas “moderadas” que del discurso duro de Bullrich. “Hay muchos larretistas que no quieren jugar con Bullrich y prefieren que gane Massa. Está tercera cómoda hoy”, dicen en la sede de Unión por la Patria.
“Cada voto de Larreta que sumamos para Massa vale doble: uno para nosotros y uno menos para ella (por Patricia Bullrich)”, plantean cerca del candidato a presidente de (UxP). En los últimos días, Massa comenzó a dar señales en este sentido. En una entrevista dijo que uno de sus desafíos era “invitar a compartir el sueño a todos los que votaron a Horacio (Rodríguez Larreta) y que no comparten la idea del todo nada que plantea Bullrich”. Además, señaló que el acercamiento entre Mauricio Macri y Milei es una “falta de respeto” al electorado radical.
El gesto del Ministro de Economía hacia este sector de los votantes de (JxC) tiene una explicación en números: Massa sabe que necesita captar parte de los 2,6 millones de votantes de Larreta si quiere llegar al balotaje. Hay encuestas que dicen que Javier Milei está, hoy, cerca de los 40 puntos. Aunque, son los mismos encuestadores que no acertaron con ningún pronóstico en la previa de las PASO.
En (UxP) ya hablaban de sumar al menos un 30% o 40% de los votos de Larreta; retener los casi 1,4 millones de electores de Juan Grabois; sumar al menos unos 200 mil votantes de Juan Schiaretti; inyectarle a (UxP) los 183.000 votos de la lista Principios y Valores de Guillermo Moreno; los casi 90 mil del Movimiento Izquierda Juventud y Dignidad de Gabriel Santiago Cúneo y que el trabajo de los intendentes, gobernadores y organizaciones sociales dé resultado para llevar a las urnas a buena parte de los 13 millones de argentinos habilitados para votar y que por diferentes motivos no lo hicieron.
“En ese escenario, es difícil que se nos escape el balotaje”, graficaba un dirigente cercano a Massa. La empresa no es nada sencilla: El ministro de Economía comenzó con medidas concretas a amortiguar el golpe de la devaluación del 20% del lunes 14 de agosto con medidas para los trabajadores y los sectores vulnerables.y dentro del su arsenal «prepara más anuncios sorpresa» de fuerte impacto en los sectores medios,