La comunidad universitaria enfrenta desafíos ante el ajuste del presidente Milei. Con un presupuesto adecuado y la protección de la universidad pública y de calidad como prioridades, este martes se realiza la marcha federal. Cinco claves para entender el reclamo y la mala praxis del Gobierno.
La situación actual en las universidades argentinas se torna crítica debido a las (no) políticas de educación del gobierno de Javier Milei. Todas las medidas expresan un desfinanciamiento de las universidades. La reciente marcha en contra del ajuste presupuestario y la desinformación del Gobierno que revela en varios de sus funcionarios tienen su espejo en una profunda preocupación en la comunidad educativa.
Cabe recordar que el 14 de marzo, las 55 universidades nacionales llevaron a cabo un paro de 24 horas en señal de rechazo al congelamiento del presupuesto y a la caída de los salarios. El paro reflejó la preocupación y el malestar de la comunidad universitaria ante la difícil situación financiera que enfrentan las instituciones educativas públicas en Argentina. Previamente, el 21 de febrero, las universidades públicas emitieron un comunicado conjunto en el que denunciaban la crítica situación en la que se encuentran.
En este comunicado, se destacaban los efectos negativos del congelamiento presupuestario y la caída de los salarios, subrayando la necesidad de tomar medidas urgentes para garantizar el adecuado funcionamiento de las universidades y la calidad de la educación que ofrecen.
EL AUMENTO ES INSUFICIENTE
Según Chequeado, hay varios puntos que explican la delicada situación de las casas de Altos estudios, de las cuáles algunas autoridades advierten que «llegan hasta mayo». Es que el incremento presupuestario anunciado por el Gobierno ha sido objeto de críticas por su insuficiencia. Aunque se ha anunciado un aumento nominal del 91,3% y 89,5% para los gastos de funcionamiento de las universidades y hospitales universitarios, respectivamente, estos incrementos apenas representan un aumento real del 3,4% respecto al presupuesto original, lo que se traduce en una pérdida real del 69,3% para todo el año.
HAY UNA PÉRDIDA PRESUPUESTARIA DE CASI EL 70 POR CIENTO
Además, los fondos destinados a salarios, que constituyen una parte importante del presupuesto total, no han experimentado aumentos respecto al presupuesto inicial. Este congelamiento salarial, aunque se atribuye al gobierno anterior, ha generado descontento entre los trabajadores universitarios.
Esas partidas representan el 8,9% del total de gastos de Educación Superior, los fondos para el área aumentarían 3,4% respecto al presupuesto original. Si no se aplican nuevos cambios, esto implicaría una pérdida real del 69,3% para todo el año.
También hay que tener en cuenta que la falta de consenso entre el Gobierno y las universidades ha contribuido a la tensión. A pesar de que los anuncios gubernamentales fueron presentados como un «acuerdo», las universidades han desmentido esta afirmación, solicitando más diálogo y medidas concretas para abordar la situación.
Ahora bien, de acuerdo con las proyecciones inflacionarias del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado), la caída real del presupuesto universitario sería del 69,3%.
LA EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA ES UN 33 POR CIENTO MENOR
El análisis del dinero ejecutado en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023 revela una preocupante caída real del 32,9%. Esta disminución afecta especialmente a actividades cruciales como las Acciones Universitarias para el Desarrollo Nacional y Regional (Fondo Universitario para el Desarrollo Regional-FUNDAR), que no recibió asignación de créditos en 2024, a pesar de que en 2023 se habían destinado $32 millones a esta partida.
Además, otras áreas importantes como la Asistencia Financiera para Hospitales Universitarios y el Funcionamiento Universitario experimentaron una notable reducción en sus presupuestos, con una disminución del 72,4% y 58,4% respectivamente. Estas son precisamente las partidas que el Gobierno busca ahora reforzar, lo que indica un reconocimiento de la importancia de estos sectores y la necesidad de revertir la tendencia de recortes presupuestarios.
LOS ANUNCIOS DEL GOBIERNO FUERON PRESENTADOS COMO ACUERDOS PERO FUERON DESMENTIDOS POR LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
Finalmente, la marcha universitaria fue cuestionada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien asegura que hubo un acuerdo y descarta la posibilidad del cierre de universidades públicas. Sin embargo, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) se desmiente este acuerdo, señalando que solo hubo una propuesta informal del Gobierno que no aborda adecuadamente el ajuste presupuestario necesario.
Como explicó este diario , si bien desde el Gobierno aseguran el acuerdo, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) lo desmienten. Incluso el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti, salió a aclarar que «no hubo una acuerdo, hubo una propuesta informal del Gobierno, donde se comprometen a susanar el 25% del ajuste de los gastos de funcionamiento de las universidades». Lo cierto es que ese supuesto «aumento del 140%» sobre las partidas que tienen los valores de 2023 no alcanzaría para enfrentar una inflación que supera el 300%.
Cabe señalar que el anuncio del Gobierno sobre el aumento del 140% mensual en las partidas destinadas al funcionamiento de las universidades, distribuido en dos cuotas del 70% en los meses de marzo y mayo, es un paso significativo en medio de las crecientes preocupaciones sobre el presupuesto universitario pero también, se insiste, es insuficiente.
Este anuncio aún no ha sido oficializado en el Boletín Oficial y, por lo tanto, no figura en los registros presupuestarios vigentes, su implementación implicaría un aumento del 3,4% en términos nominales respecto al presupuesto original prorrogado de 2023. Esta medida busca abordar las demandas urgentes en el ámbito educativo y de la salud, especialmente en lo que respecta al financiamiento para el funcionamiento de las instituciones universitarias y hospitalarias.
EL CONGELAMIENTO NO VIENE DESDE 2023
En redes sociales, el discurso de ultraderecha sostiene que el «congelamiento» presupuestario viene desde la gestión de Sergio Massa, primero como presidente de la Cámara de Diputados y luego en el Ministerio de Economía, al considerar que el gobierno anterior ya había tenido que prorrogar el presupuesto de 2022 luego de que el Congreso no aprobara aquel proyecto de ley de leyes.
Sin embargo, dicho presupuesto se actualizó por vía de readecuación de partidas. Dicha cuestión, en términos de Gastos Reales en 2023, implicó un crecimiento del dinero para universidades en 2023 respecto del año anterior.
Mientras que el gasto real de 2022 – a pesos de 2023 y contemplada la inflación – ascendió a $1.3 billones, el de 2023 fue de casi $1.4 billones, idéntica cifra que el gobierno de Milei pretende mantener en este 2024, lo cual significa $423.468 al proyectar los gastos según la prórroga del Presupuesto 2023 y contabilizar los anuncios del Gobierno y el IPC en base al REM del Banco Central.