En las elecciones primarias, Javier Milei había ganado en 16 jurisdicciones y Juntos por el Cambio, en tres. Con el batacazo de este domingo, se modifica el escenario político de la Argentina, con impacto en la conformación legislativa. El rol clave de los gobernadores.

Con un resultado más holgado de lo que anticipaban los sondeos y los comandos de campaña, este domingo, Sergio Massa logró dar vuelta la elección en ocho de las 19 provincias que Unión por la Patria había perdido en las elecciones primarias de agosto.
Con más del 90% de las mesas escrutadas, el ministro de Economía recuperó Tucumán, La Rioja, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, seis provincias de las 16 que le había arrebatado Milei en las PASO, y le ganó a Patricia Bullrich en Corrientes y Entre Ríos, donde había ganado Juntos por el Cambio. La exministra de Seguridad solo anotó un triunfo, el de la Ciudad de Buenos Aires.
Además de la elección clave en la provincia de Buenos Aires, en donde Massa le sacó más de 17 puntos a Milei, haber logrado dar vuelta el resultado en ocho provincias, -entre ellas Tucumán, el quinto distrito en cantidad de electores de todo el país-, fue determinante para haber pasado al frente y haber logrado dejar a Bullrich afuera del balotaje.
El rol clave de los gobernadores e intendentes
UxP salió a reorganizarse tras el avance de Milei sobre provincias peronistas. Desde los más críticos de Massa, como Juan Grabois, hasta los principales referentes de La Cámpora y del kirchnerismo duro, los gremios y las organizaciones sociales salieron a encolumnarse detrás del tigrense, en un reordenamiento al que el peronismo suele estar acostumbrado en tiempos de crisis.
En el corazón del peronismo estaban convencidos de que en la provincia de Buenos Aires en esta elección los votos se traccionarían desde abajo hacia arriba, desde las intendencias a la presidencia, y los resultados de este domingo le dieron la razón. Se combinó el trabajo militante casa por casa y el llamado de los jefes comunales a votar boleta completa, como no había sucedido en las primarias.
Casi en un espejo, una situación similar se dio en las provincias, las mismas que desdoblaron elecciones con un magro resultado para el oficialismo. Catamarca expresó su lealtad y acompañó a las elecciones nacionales, dando una lección política que la proyecta al país en defensa del modelo.