El ex presidente le blanqueó a dirigentes de su partido y a empresarios que Milei no es confiable y desistió de una alianza.
Mauricio Macri empieza a resignarse a dar por caído el acuerdo con Javier Milei, que imaginó como un take over del gobierno. De la incorporación de ministros pasó a la fallida designación de Cristian Ritondo en la presidencia de Diputados (Menem es el preferido de Karina «El Jefe»), para luego mutar a algún tipo de fusión partidaria para las elecciones del año próximo y ahora ni eso.
Este viernes, Mauricio Macri y Fernando De Andreis se instalaron en la casa de Jorge Triaca donde se reunieron con empresarios ávidos por entender la posible evolución de la crisis política que está desatando Milei en su pelea con el Congreso y los gobernadores.
Macri se habría manifestado muy pesimista en su diagnóstico: «Este tipo nos boludea todo el tiempo, un día te dice una cosa, otro día otra. Es imposible hacer nada con él», en referencia al presidente Milei.
Macri también recibió este viernes a dirigentes del PRO del interior del país, como parte de la toma de control de partido que está concretando. En esa reunión Macri fue claro: «No vamos a la fusión con La Libertad Avanza, tenemos que preservar nuestra identidad» (que Milei se quede con Patricia Bullrich).
La posición de Macri llevó alivio a los dirigentes territoriales que temían que la fusión con los libertarios les complique el armado en sus distritos.
En rigor, Macri descubrió las ventajas de preservar la identidad del PRO luego de fracasar dos veces en su intento de coparle el gobierno y el partido a Milei, su plan original.
Ese plan se chocó contra la pared que le puso Karina Milei. Es que «El Jefe» la hermana del presidente se opuso al primer acuerdo que Macri quiso imponer al inicio del Gobierno cuando le pidió a Milei que nombre a Diego Santilli en el ministerio del Interior; a Guillermo Dietrich de Infraestructura y a Cristian Ritondo en la presidencia de la Cámara de Diputados.
«Milei estaba clavado en los treinta puntos, que es lo que sacó en las PASO y la primera vuelta, es Presidente porque nosotros pedimos que lo voten en el balotaje», recuerda en off the récord con resentimiento en las charlas que mantiene con dirigentes del interior.
Sentimiento que se extiende a Patricia Bullrich, que negoció su incorporación y la de Luis Petri por su cuenta. «¿Para qué queremos el Ministerio de Seguridad? ¿Para que la gente asocie al PRO con la represión? ¿Y para qué queremos Defensa, ahí no hay poder?», se queja el ex presidente en la intimidad, según las fuentes.
Milei estaba clavado en los treinta puntos, que es lo que sacó en las PASO y la primera vuelta, es Presidente porque nosotros pedimos que lo voten en el balotaje.
Como sea, tras el fracaso de la ley ómnibus, Macri iba hacia una revancha y anunció a su circulo más cercano el take over del gobierno, tras haber vaticinado un crash del libertario. Una oportunidad única para resetear el gabinete y proponer a Milei un gobierno de concertación con el PRO y los diez gobernadores de Juntos por el Cambio, pero Karina volvió a frustrar los planes del ex presidente.
La relación de Milei con Macri amenaza con desbarrancarse
Este viernes el presidente escaló la confrontación con los gobernadores y en especial con los macristas Ignacio Torres, Rogelio Frigerio y Jorge Macri. En una embestida que inicialmente hizo foco en el chubutense Torres, que recibió un respaldo público de los otros nueve gobernadores de Juntos.
En Salta trascendió que la vicepresidenta Villarruel les habría sugerido – según voceros de Sáenz- a los gobernadores peronistas que «hablen con Macri» para limar a Milei. Pocas horas después estalló «La Patagonia Rebelde» y en los aposentos del Presidente empezaron a hablar de «la traición del calabrés». Contertulios del libertario dejaron entrever que Javier habría ordenado «cortar lazos» con el hombre de Cumelén. Música para los oídos de Karina y el clan Menem «que tiene quien los defienda», Lule , hombre «in péctore» e intocable del » Jefe».
Promesas sobre el bidet
En la última conversación telefónica entre Macri y Milei, pautaron reunirse cuando el presidente volviera de su viaje a Estados Unidos, donde participará de la Conferencia de Acción Política Conservadora, el lanzamiento de campaña de Donald Trump para regresar a la Casa Blanca. Hasta el conflicto que se desató el viernes desde Chubut, Macri tenía en la cabeza un acuerdo «de menos a más» con Milei.
El expresidente incluso pensó en no fusionar los bloques en el Congreso al principio, pero sí apoyar las iniciativas como la ley ómnibus. Además, tenía la idea de ubicar segundas líneas la Aduana, la AFIP o la Anses para «destrabar el funcionamiento del Estado». Y recién en un futuro confeccionar junto con LLA listas legislativas para 2025 y la designación de más gente del PRO ya en el Gabinete. Pero todo eso quedó en agua de borrajas.
Desde Villa La Angostura, Neuquén, una de las provincias patagónicas que acompañó el reclamo de Torres, Macri perjura que estuvo activo en la búsqueda de una solución que evitara la ebullición en la que terminó el conflicto. No lo pudo frenar (Para los trolls libertarios «lo fogoneó»)
Así lo contó este sábado el propio Nacho Torres: «Hablé con Mauricio Macri, hizo todos los esfuerzos habidos y por haber para poder generar un canal de diálogo, el problema, insisto, es que no se sabe con quién hablar. Macri me dice: ‘Mirá, Nacho, tratemos de resolver’. Siempre con ánimo legítimo, esto no se trata de cambiar figuritas».